miércoles, 11 de octubre de 2017

Acercándose al precipicio de la tecnología



Creo que miente quien diga que no teme a una clase en la que trata de aplicar una nueva metodología, creo que la mayoría de gente en estos casos estamos más pendientes de lo que puede ir mal que de los beneficios que puede reportar a nuestros alumnos. Y este temor se agrava cuando esta nueva metodología está basada en las TIC.



En marzo del año pasado un buen amigo realizó el curso de "Flipped Classroom", y estaba decidido a comenzar el nuevo curso aplicando esta metodología en sus clases; dicho y hecho. 

Durante estos meses le he visto con tanto entusiasmos, analizando diferentes herramientas, estudiando qué dispositivos podía necesitar, haciendo pruebas, ... y finalmente al empezar septiembre ha decidido comenzar a dar la vuelta a sus clases. 

Según me cuenta tanto los alumnos como el están muy satisfechos. Me dice, que de esta manera el material que prepara para que los alumnos visualicen  o lean en casa está más enfocado a los alumnos, mientras que antes el material lo hacía más hacia ser presentado. Por otro lado, insiste en que esto deja más tiempo para atender a los alumnos que más lo necesitan, que involucra a los alumnos más avanzados ya que se vuelven tutores de sus compañeros ... vamos todo un comercial del Flipped Classroom.

Yo no soy tan diestra en la tecnología como mi amigo, pero él me ha ofrecido todo su apoyo, y me ha dicho que además del material de este curso hay un montón de recursos online, y que seguro que de gran utilidad para mi asignatura.

Estoy decidida a implementar alguna unidad didáctica basada en la metodología Flipped y ofrecer los beneficios de esta a mis alumnos. Además hay recursos innumerables en los que me puedo basar:


The Flipped Classroom for Language Learning from Jennifer Herrin on Vimeo.

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